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domingo, 13 de marzo de 2011

Culebra Verde y Negra


Culebra Verde y Negra (Liophis poecilogyrus sublineatus) - Green-and-Black Water Snake


Apareció de repente, serpenteando entre la hojarasca, para nuestra grata sorpresa mientras pasaba la tarde entre charlas de sobremesa en un camping próximo a la Laguna de Monte. Rápida como un rayo, más aun al ser descubierta, una pequeña Culebra Verde y Negra (Liophis poecilogyrus sublineatus) una de las más comunes en la eco-región pampeana y tal vez la única propia de esta. Era una cría, un juvenil, de escasos días de vida y no superior a los 19 cm. Con sumo cuidado la capturamos, con la única intención de estudiarla un poco, identificarla y tomarle algunas fotografías, para poder compartir el encuentro, darla a conocer a aquellos que no sepan nada de ella y brindar un alegato frente a su inocencia. Lo sabemos, lo hemos visto una y mil veces a lo largo y ancho de nuestro país. La mayoría de las personas no sabe nada de serpientes, a pesar de ello, lo primero que se les ocurre ante un encuentro con estos seres es aniquilarlas. Todos los seres de la naturaleza tienen un rol fundamental en los ecosistemas que habitan. Todo lo que es, tiene su razón de ser. Compartimos en esta nota unas cuantas imágenes de este bello y manso animalito.

A pesar de su corta edad y pequeño tamaño, ya realiza uno de los comportamientos característicos de la especie. En efecto, al sentirse acosada, levanta el tercio anterior de su cuerpo y "ensancha" la zona del cuello de modo similar a las conocidas Cobras de Asia y Africa. En esta posición balancea la cabeza de lado a lado. Esta actitud de intimidación no pasa de eso, pues su carácter es manso y no suele tratar de morder ni "tirar" mordiscones "a boca cerrada" como otras culebras. Repetimos, su carácter es manso y no suele intentar morder. El Dr. Gallardo relata que en ciertas condiciones algunos adultos si pueden hacerlo, pero dado su tamaño y su dentadura aglifa, carente de veneno no representaría peligro. En nuestros numerosos encuentros con esta especie jamás observamos actitudes agresivas.
En la segunda y tercer imágen se puede observar también el suelo manchado de blanco, tema que tratamos en una nota anterior:  Miles de Biguás en la Laguna de Monte.




Su coloración, como indica su nombre, es verde y negra, pero cuando son juveniles es más bien amarilla y negra, con el vientre blanquecino manchado de negro.

Dorsalmente manchas irregulares negras sobre amarillo.

Cabeza pequeña, poco marcada,  casi completamente negra.

Ojos con pupila redonda y escamas lisas en la cabeza con fosetas apicales.

Escamas supralabiales blanquecino amarillentas, algunas con la parte superior negra. Garganta y cuello inmaculados.

Nótese el pequeño tamaño (19 cm) y la mansedumbre.

Su piel es lisa y brillosa

Es muy tranquila luego del primer encuentro

Su hallazgo es muy frecuente, suele aparecer en praderas cercanas a cuerpos de agua o en el agua, de hecho nosotros la encontramos a unos diez metros de la Laguna de monte. Es peridoméstica también.

Esta especie copula de octubre a diciembre y la puesta se da de noviembre a diciembre. Nacimientos en febrero. Nosotros la encontramos el sábado 5 de marzo de 2011.

Los juveniles son en general más negros que los adultos.

Escurriendóse entre los dedos, detrás la Laguna de Monte.

Cuando adultos los machos alcanzan los 80 cm y las hembras, algo mayores, hasta 100 cm.

Se alimentan de anfibios adultos, renacuajos, peces y víboras ciegas del género amphisbaena.

Habita nuestro país desde el norte hasta el sur de la provincia de Buenos Aires.

La especie cuenta con varias razas o subespecies en toda su área de distribución, la bonaerense es la que mostramos Liophis poecilogyrus sublineatus. Recientemente publicamos una nota sobre otra serpiente, la Culebra de Agua Marrón (Liophis miliaris semiaureus) perteneciente al mismo género, uno de los más comunes y con varias especies de culebras en nuestro país.

Entraba en la palma de la mano

Durante este período puede ser presa de aves como el Pirincho (Guira guira), recordamos hace muchos años en un viaje al sur de Santa Fe que el auto embistió un grupo de estas aves, todas volaron menos una que habia quedado atrapada en la parrilla, obviamente muerta. Al llegar a destino la sacamos y de su buche sobresalía una cola. Sorprendidos extrajimos un juvenil de esta culebra similar al de la foto.

Durante nuestra niñez mantuvimos en cautiverio un ejemplar de esta especie, también juvenil de unos 40 cm es decir el doble de la fotografiada, durante unas dos semanas. Desde nuestra inocencia o ignorancia tratábamos de alimentarla con diferentes cosas que tiempo después supimos, no estaban en su dieta. Debido al supuesto ayuno del animalito, luego de ese lapso de tiempo y con certeza, la devolvimos a su medio natural de donde nunca debió haber salido.

Luego de tomarle unas cuantas fotografías

la soltamos con mucho cuidado en un lugar apropiado, lejos de la gente.


Ver también (sobre reptiles): 



Para leer: 

Gallardo, Jose M.: "Reptiles de los Alrededores de Buenos Aires", EUDEBA, Bs.As. 1977.
Giambelluca, Luis A. "Guía de Serpientes Bonaerenses" , 1º Ed. LOLA, Bs. As. 2004.
Giraudo, Alejandro "Serpientes de la Selva Paranaense y del Chaco" 1º Ed. LOLA Bs. As 2004.

Mirá nuestros videos aquí:

jueves, 10 de marzo de 2011

Miles de Biguás en la Laguna de Monte


Biguá (Phalacrocorax olivaceus) - Neotropic Cormorant


El fin de semana pasado visitamos la Laguna de Monte aprovechando la oportunidad para disfrutar de sus paisajes, observar aves y, como no podía faltar, tirar algo a la parrilla. Entramos por la ciudad de San Miguel del Monte desde la Ruta Nacional 3, llegamos a la laguna y giramos hacia la derecha rumbo a los campings ubicados en la orilla sur. Nos llamó la atención la cantidad de Biguás que habia en algunos eucaliptus y al llegar al puente nos sorprendió la abundancia de estos y de Gaviotas Capucho Café, muchas, muchísimas, como nunca antes habiamos visto. Continuamos hasta el camping "El Ciclón", estacionamos el auto y antes de descender, para nuestra sorpresa, un pez cayó sobre el parabrisas. "Llueven peces" dijo algún chistoso. Elegimos una mesita junto a una parrilla. Pronto notamos porque había tan poca gente. Algo llovía desde los árboles y no era precisamente agua. Blanco, en gotas mínimas, un rocío constante de guano se pulverizaba entre las ramas y caía al piso. Seamos claros, guano: caca de Biguá.

Ahí estaban posados en las ramas superiores de los eucaliptus que rodean la Laguna de Monte

Cientos, miles, decenas de miles. Entre cincuenta y sesenta, incluso más, por cada árbol.

Variaba el número por momentos, pero siempre eran muchos... ¿arriesgamos un número para toda la laguna? ...más de cien mil!!

Se los podía ver posados en sus perchas a no menos de siete metros del piso

Algunos volaban hacia la laguna para pescar, mientras que otros regresaban a los eucaliptus

Si se sentían molestados o en peligro, por los ruídos o algún hondazo en represalia por manchada remera, regurgitaban lo pescado, provocando la "lluvia de peces", que sumada al guano y al calor del domingo 6 de marzo apestaba más aun.

Realmente nos impresionó la cantidad de estas aves y el sonido que producían. Su vocalización es grave y áspera, muy parecida a los gruñidos del cerdo.

Las ramas utilizadas como percha por los Biguás estaban secas dado que cada animal pesa unos dos kilos y si el árbol estaba muy ramificado las quebraban o arrancaban hojas y brotes con su pico ganchudo deteriorando las copas de los eucaliptus y quemándolas con el guano.

Las autoridades municipales de San Miguel del Monte, Jorge Rodriguez subsecretario de medio ambiente, se reunieron el 11 de febrero con los comerciantes y hoteleros locales con el fin de encontrar una solución a la "Problematica de los Biguás" que afectaría el ecosistema de la Laguna de Monte y sin duda perjudica al turismo.

Según la web oficial de la Municipalidad de Monte: "El problema de los biguás es producto del avance de las fronteras agropecuarias, fruto de los monocultivos, generando una extinción de las lagunas. La cantidad de biguás es la misma, pero con menos cantidad de lagunas para alimentarse. Por primera vez, usan la laguna de Monte como comedero, pesquero, lugar de descanso y dormidero, ya que antiguamente sólo la usaban como pesquero para alimentarse y se retiraban a otras lagunas.
Los monocultivos, como la soja, alteran la composición química de las lagunas. Aquellas lagunas que eran de aguas claras con biodiversidad vegetal y con oferta de alimento variado para consumidores diversos, se convierten en aguas turbias producto de los abonos artificiales o por el excedente de fertilizantes que se usan para los monocultivos.
Se abona las lagunas en exceso generando una proliferación de algas que traen problemas ecológicos ambientales serios. Ante estos cambios, algunas especies están favorecidas y algunas no. En el caso de los sabalitos se ven favorecidos porque consumen algas; la cantidad de sabalitos es proporcional a la cantidad de algas que consumen. Los biguás al no tener lagunas donde alimentarse se trasladan a las lagunas que tienen más alimento. La propuesta que se llevará adelante es producirles un stress crónico a los biguás, impidiéndoles que se puedan alimentar. Para ello, se dividirá la laguna en cuatro sectores que serán patrullados por cuatro lanchas desde que sale el sol hasta la puesta del mismo, imposibilitando a los biguás el aterrizaje, no permitiéndoles bucear para buscar comida. Si este proyecto es bueno, se podrá utilizar en otras lagunas que tengan la misma problemática."

No nos cierra mucho... tampoco tenemos mayor información, pero que sepamos no se realizaron estudios cientificos con repecto al tema. 

Poca gente en los campings que rodean la laguna. Varios pescadores nos dijeron que hay muchos peces pero que no "pican" pues tienen mucho alimento natural.

Todo manchado con guano, en algunos sectores el piso es completamente blanco.

El cuidador del camping dijo que había que lavar enseguida los autos porque el guano era muy corrosivo y marcaba la pintura.

Otro poblador de Monte nos dijo: "esos pajarracos estaban en Lobos (en la Laguna de Lobos) allá los espantaron y se vinieron para acá (Laguna de Monte). Si a eso le suma que se sembraron pejerreyes, ahí tiene el resultado".

Por ahora parece que los intentos por echarlos no han dado resultado.

Apesar de las lanchas patrullando la laguna, los Biguás siguen ahí.

Como dijimos, la Laguna de Monte está rodeada de eucaliptus

no hay uno solo que estas aves no hayan aprovechado.

El Biguá (Phalacrocorax olivaceus), también llamado Cormoran, es un ave que pertenece al orden de los Pelecaniformes y dentro de este a la familia Phalacrocoracidae de la cual existen 30 especies en todo el mundo y 7 en nuestro país. Es una familia cosmopolita, de aves costeras (nuestro Biguá también en aguas interiores) muy gregarias, zambullidoras y buceadoras. Se alimentan de peces y crían en colonias. Dichas colonias, dado su gran número, suele acumular capas de guano que son explotadas comercialmente, especialmente en el Pacífico, como en las Islas Ballestas en el Perú. Este guano es utilizado en mayor medida como fertilizante para la agricultura. El Biguá además de las costas marinas, habita lagos, rios, arroyos e incluso diques o zonas portuarias (ver imágenes en las notas: Puerto de Olivos y Puerto de Frutos). Se lo encuentra en todo nuestro país donde cuente con estos ambientes. Mide unos 73 cm, posee el pico pardo, patas negras y cara y garganta amarillentas. Su coloracion general es negro lustroso, siendo los juveniles pardos con la zona ventral más clara.

Espectáculo único, miles de aves entre los árboles y el cielo.

El parepente se usaría para espantar los Biguás, que lo confundirían con una gran ave rapaz...

Otros montenses idearon sus propias soluciones...

Peces muertos por todos lados...

y muchos, visiblemente muchos "vivitos y coleando", nadando en la laguna. En la imágen, Pejerrey (Odontesthes bonariensis) tal vez el mas buscado por los pescadores deportivos en las lagunas pampeanas. Carteles en la orilla advertian de la restricción de la pesca limitada a ejemplares mayores a los 25 cm. Foto de Puli (Gracias!).


Para leer o consultar:

Narosky Tito e Yzurieta Dario: "Guia para la identificacion de las Aves de Argentina y Uruguay", Vazquez Mazzini Editores, Bs.As. 2006.
Narosky Tito y Di Giacomo Alejandro: "Las Aves de la Provincia de Buenos Aires: Distribución y Estatus" Editorial L.O.L.A., Bs. As. 1993.
Beccaceci Marcelo: "Buenos Aires, Ciudad y Provincia. Guía de Campo" Southworld  2009.
De la Peña, Martín: "Guia de Aves Argentinas", Tomo II  2ºEd. LOLA Bs.As. 1992.


Ver también:
Más Aves: 
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