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lunes, 28 de noviembre de 2011

Pequeño Dragón invasor


 Salamanquesa Común (Tarentola mauritanica) - Moorish Gecko

Encontramos recientemente, en el barrio de Mataderos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a este pequeño por no decir diminuto reptil, que los eventuales descubridores que nos acompañaban llamaron "lagartija de pared". Nada mal como nombre vulgar para denominar a este mínimo Saurio dadas sus particulares costumbres. Era la Salamanquesa Común (Tarentola mauritanica) Linneo 1758; también conocida en España como Dragoncito, Gecko Moro o Moorish Wall Gecko en inglés. El nombre genérico de "Gecko" es comúnmente utilizado para denominar a las especies de la familia Gekkonidae de la cual existen unos 60 géneros de distribución cosmopolita, principalmente intertropical aunque también en zonas templadas. Se caracterizan por su gran cabeza de forma triangular y su cuello bien marcado, la cola ancha y no muy larga. Sus ojos son grandes y tienen pupila vertical, características que revelan sus hábitos principalmente nocturnos, aunque también aparecen a plena luz del día.

La Salamanquesa Común o Dragoncito no es una especie autóctona, pertenece al grupo de animales que Chebez llama "la fauna gringa" o exótica es decir, aquellas que han sido introducidas en nuestro país desde otros continentes o países y que no se encontraban aquí en estado salvaje o natural. Su hábitat original es "Mediterráneo", esto es sur de Europa y norte de África (en efecto, su nombre científico es un gentilicio: mauritanica, de Mauritania, en el noroeste de África). Es muy común en España, más bien hacia el sur. En su hábitat original es nocturna pero aparece de día durante el invierno. Se la encuentra en rocas, paredes y edificios, a menudo se ubica próxima a las luces para capturar insectos.

Es de color pardo claro salpicado de manchitas claras y oscuras, su aspecto es espinoso pues tiene en las escamas tubérculos prominentes. Si pierde la cola puede volver a regenerarse.

Es un eximio trepador que puede agarrarse practicamente a cualquier superficie dadas sus principales adaptaciones. Posee manos y patas con cinco dedos. Los mismos cuentan con unas almohadillas adhesivas que se extienden a lo largo de todo el dedo. Estas almohadillas están compuestas por laminillas y vellosidades cutáneas que por fricción favorecen la adhesión a superficies muy lisas.

Esta adaptación le permite trepar verticalmente e incluso mantenerse con el dorso hacia abajo, caminando por cielo rasos y techos.

Detalle de los dedos, en el 3º y 4º posee uñas. Nótese las laminillas paralelas que le otorgan un gran agarre

incluso en superficies tan lisas como el vidrio mojado.

Nótese su gran ojo con pupila vertical.

Como dijimos esta especie fue introducida involuntariamente en nuestro país y se la encuentra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, expandiéndose hacia el Gran Buenos Aires. En algunos barrios es muy común: Villa Soldati, Lugano, Pompeya, Mataderos. Sabemos de su existencia en varias localidades de provincia: San Justo, La Tablada, Ramos Mejía, Caseros, Malaver y Villa Martelli.

Su boca es ancha y la lengua también, para capturar insectos.

Su tamaño va de los 9 a 15 cm, cuando es adulto.

En nuestro caso, un juvenil de algo menos de 7 cm.

En la ciudad aparentemente sería de hábitos crepusculares y nocturnos, en paredes y techos donde busca su alimento. Suele acercarse a luces con este fin.

Su coloración y rugosidad le permiten mimetizarse en paredes y muros.

Es un animalito absolutamente inofensivo y de carácter manso. En nuestro país existe la creencia de que los "geckos" son venenosos, algo que es completamente falso. Ningún Gecko es venenoso y en nuestro país no existen Saurios (lagartos y lagartijas) venenosos. En todo el mundo solo unas pocas especies de Saurios lo son. El ejemplo más conocido es el Monstruo de Gila (Heloderma suspectum) de México y EEUU.

Si bien es una especie invasora no parece causar problemas, ocupa un nicho ecológico vacío dado que no compite con especies autóctonas y solo se lo encuentra en la ciudad. Es útil al hombre en la medida en que se alimenta de moscas, mosquitos y otros insectos molestos.

La especie ha sido introducida en otras ciudades como Montevideo (Uruguay), Asunción (Paraguay) y en el estado de California (EEUU).

Las escamas de la cabeza son similares a las del tronco.

Luego de tomarle algunas fotos

le devolvimos su libertad.



Para leer: 

Chinery, Michael: "Guia de Campo de los Animales Silvestres", Ed. Blume, 1º Ed. Barcelona 1988.
Gallardo, Jose M.: "Reptiles de los Alrededores de Buenos Aires", EUDEBA, Bs.As. 1977.
Olmedo E.A.V. y Carrizo, Gustavo: "Saurios de la Provincia de Buenos Aires", Revista "El Naturalista", Suplemento 1, 1986.

Ver también (sobre reptiles): 


sábado, 26 de noviembre de 2011

Diario de la familia Zorzal IV



Durante los días en que hacíamos el seguimiento del nido de Zorzal que describimos en la crónica denominada Diario de la familia Zorzal (con su complemento DFZ II y continuación DFZ III) descubrimos por casualidad, no lejos de Villa Martelli, en el barrio contiguo de Florida (ambos del partido de Vicente López), otro nido de zorzales con pichones ya nacidos. Exactamente el 2 de noviembre, en el centro de la copa de un Ligustro Chino ubicado en la vía pública, mientras que el nido de Villa Martelli solo contenía huevos (tres), aquí descubrimos dos pichones nacidos y un huevo algo extraño, distinto pero familiar a los que registramos en el otro. En efecto este huevo solitario tenia un color mas celestino claro y  estaba más manchado de bordó; además su forma no era ovoide sino ovalada... lo habría parasitado un Tordo (Molothrus bonariensis)? nos preguntábamos. Si bien no lo podemos afirmar fue lo que pensamos en ese momento. A pesar de que no pudimos hacer un seguimiento como con el nido de Villa Martelli, visitamos este nido varias veces, pues la curiosidad es más fuerte y la idea de poder comparar nos empujó a hacerlo, en la medida de lo posible. Lo casual del descubrimiento se evidencia en las primeras dos imagenes, tomadas el 2 de noviembre con un celular.

Dos pichones y un huevo extraño, comparados con los pichones del nido de Villa Martelli, podemos decir que estos, al momento de encontrarlos, tenían 4 días de vida.

3 de noviembre de 2011

 Regresamos al día siguiente, el nido de Florida estaba ubicado a unos 2 metros del piso, en una posición central dentro de la copa del árbol y era más voluminoso exteriormente, interiormente practicamente igual.

 El huevo extraño aún se encontraba ahí

 entre los pichones que crecían rápido, algo más oscuros que el día anterior

 pero aún sin abrir los ojos en su quinto día de vida.


6 de noviembre de 2011

 Con ocho días de vida, sus ojos ya abiertos y muy hambrientos

 las plumas casi cubriendo sus alas

 el huevo extraño seguía ahí

 entre los dos hermanos

 que ante el mínimo movimiento estiraban sus cuellos en busca de comida.


9 de noviembre de 2011

 Tres días después, solo queda un pichón

 no sabemos que pasó con el otro

 tampoco con el huevo extraño

 su plumón estaba casi completo a once días de nacer

 papá Zorzal custodiaba de cerca al único pichón que quedaba.


 11 de noviembre de 2011


Volvimos a los dos días y el pichón continuaba allí, más crecido y con mas plumaje, la tierra en su pico indicaba que los padres hacían bien su trabajo.

Nótese el plumón de pichón cubriendo todo su cuerpo, ya con el color de la especie.

 papá Zorzal en las proximidades, atento a lo que sucedía en el nido.


15 de noviembre de 2011

A cuatro días de la ultima visita y dos semanas después de encontrar el nido con pichones de cuatro días de vida, regresamos al sitio don de se hallaba el mismo. A penas nos acercamos nos dimos cuenta de que algo andaba mal. El árbol, un Ligustro Chino de modestas dimensiones, había sido podado recientemente y sus ramas rebeldes que conformaban una frondosa "porra afro" desaparecieron dando lugar a un correcto corte rectangular.

El nido estaba tumbado. Del pichón ni rastros quedaron, otro final infeliz.

Detalle del nido.

Como vimos, estas primeras puestas de los nidos de Villa Martelli y Florida no prosperaron y fueron destruidos, tal vez se trató de nidos construídos por padres primerizos que no acertaron con la ubicación de los mismos. A pesar de estos fallidos, que suceden cada año en toda el área de distribución de la especie, el Zorzal Colorado es un ave abundante en la Ciudad y el Gran Buenos Aires que incluso esta expandiendo su territorio hacia el sur.


Ver también: 

Diario de la familia Zorzal III


miércoles, 23 de noviembre de 2011

La Posta de Hornillos


 Posta de Hornillos - Quebrada de Humahuaca - Jujuy

Dos kilómetros antes de llegar al pueblito de Maimará, en plena Quebrada de Humahuaca donde el viajero comienza a ver la espectacular formación geológica llamada "la paleta del pintor", se encuentra la Posta de Hornillos constituida por un gran caserón colonial con sus dependencias, que hoy funciona como museo histórico donde se exhiben armas antiguas y muebles de los siglos XVIII y XIX. Las postas o lugar de relevo de la caballada en las rutas o caminos de tránsito son una institución antigua conocida por la mayoría de las civilizaciones de la antiguedad clásica y sus anteriores de Oriente Medio. En España funcionaron desde 1505 y de ahí pasaron a América. Pero antes de la llegada del invasor español, durante el Incanato, que alcanzó el territorio Argentino hacia 1435, existieron los Tampus, Tambos o Tamberías, que cumplian un rol similar a las postas a lo largo de la extensa red de caminos (Qapac Ñam) que construyeron los Incas. En ellos la tropa obtenía provisiones y los mensajeros imperiales o "Chasquis" conseguían recorrer grandes distancias (a pie) aprovisionandose y descansando en estos sitios. En tiempos de guerra, las postas fueron utilizadas como puestos y destacamentos militares, dada su posición estratégica.

En lo que hoy es nuestro país, las postas se ubicaban a lo largo del camino principal que unía el puerto de Lima en el Perú  con el puerto de Buenos Aires. Dicho camino se conocía como el "Camino Real al Norte". Se llamaba Camino Real a la ruta o camino principal que unía una ciudad con otra. Su traza estaba determinada por la necesidad, la seguridad (ataques de los "indios" y ladrones) y la disponibilidad de recursos para el tráfico (caballos o mulas, alimento, cama y agua). Fue el principal eje de integración regional pues además de los arrieros (los usuarios más frecuentes) recorrían este camino los funcionarios de la corona española, comerciantes y particulares entre otros. La implementación de este camino  en la época colonial fue una de las causas que propiciaron el traslado de Ibatín, el antiguo Tucumán (San Miguel de Tucumán) a su actual emplazamiento, en 1685.

 Cocina de la Posta

La Posta de Hornillos se creó en 1772 por disposición del Visitador Don Alonso Carrió de la Vandera. Su primer Maestro de Posta fue José Gregorio Alvarez y Prado, con título del 26 de setiembre de 1789. Lo sucedió su hijo Pascual en junio de 1805 y luego su hermano Luciano en abril de 1806. A partir de 1810 la Posta de Hornillos de convierte además en destacamento militar como cuartel general de vanguardia del ejercito independentista a raíz del inicio de las guerras revolucionarias. El mando estuvo a cargo del Coronel Manuel Alvarez y Prado. En una de sus habitaciones se alojó el General Manuel Belgrano luego de las batallas de Tucumán y Salta, en 1813. También descansaron en sus habitaciones Martín Miguel de Güemes, Juan José Castelli, Antonio Balcarce y José Rondeau, entre otros personajes ilustres. En la campaña al norte el General Belgrano también pasó por el Fuerte de la Guardia de la Esquina (Santa Fe) y la Posta de Yatasto (Salta) entre otras.

 Morteros

La Posta posee 19 habitaciones y dependencias menores dispuestas en torno a tres amplios patios sucesivos. Las paredes fueron construídas con adobe revocado y encalado. El techo es de torta de barro con tirantes de madera de cardón, es decir utilizando técnicas y materiales propios de la región. Actualmente la posta fue restaurada manteniendo su disposición original y utilizando las técnicas de construcción tradicionales. Las obras fueron realizadas por la Fundación Bunge y Born. El 3 de diciembre de 1979, al concluir los trabajos, fue habilitada como museo histórico.

En las doce salas habilitadas se exhiben distintos objetos históricos y tradicionales.

 Detalle del piso empedrado y los calabozos, a la derecha el muro donde se apostaban los tiradores.

 Tizona o espada de dos filos española utilizada por los conquistadores, siglo XVII; debajo Nazarenas, espuelas de hierro también utilizadas por los españoles, siglo XVI.

 La Posta de los Hornillos se asienta sobre un territorio habitado desde hace mucho tiempo por los pueblos originarios, en efecto a escasos cuatrocientos metros sobre la ladera que se extiende hacia el oeste, se encuentra el Pucará de Hornillos que es un antigal similar al Pucará de Tilcara (algo más pequeño y sin restaurar), que estuvo habitado desde tiempos precolombinos e incluso preincaicos. En la imagen distintos tipos de hachas de piedra.

Sables utilizados por los soldados criollos en las guerras de la independencia, siglo XIX. El de abajo, fabricado en Argentina.

Momia indígena, posiblemente un viajero dados los elementos encontrados. 
Foto de Puli (Gracias!)

Churqui (Prosopis ferox) de 250 años en uno de los patios interiores de la Posta.

 Capilla de la Posta de Hornillos, similar a otras Iglesias de la Quebrada.

 Manantial

Dentro del predio de la Posta de Hornillos existe un manantial natural donde es posible ver como surge el agua cristalina, purísima y potable que aun es aprovechada por la estación de agricultura experimental que se encuentra junto a la Posta. La presencia de dicho manantial, fuente de agua potable permanente, es tal vez el principal motivo por el que se asentaron los pueblos que construyeron el Pucará de Hornillos y luego los españoles y criollos.

 Molino de piedra para granos.

 Vieja muela del molino descartada por una rotura.

 La Posta de Hornillos vista desde el patio exterior

 Enorme "Yapan" (Acacia visco) en el patio exterior de la posta, según los lugareños este árbol es una cruza de dos especies, el aromo y el algarrobo, el ejemplar de la imagen tendría unos 350 años.


A pesar de todo lo que hay para ver, conocer y disfrutar en la Posta de Hornillos, no es un sitio muy frecuentado, tal vez porque el sol de la quebrada y sus días plenos desanime a los viajeros a "meterse" en un museo. Esta claro que la Posta es muchismo más que un museo, es un lugar para pasar el día pues está permitido acampar y tomarse el tiempo para viajar al pasado que se escurre entre sus rincones. Durante nuestra visita tuvimos la suerte de conocer a uno de sus guías, René Soto, un joven amable, estudioso de la historia y gran conocedor de las cosas del lugar que se esforzó a cada paso por transmitirnos los detalles de la trama tejida alrededor de la posta y a lo largo del tiempo, con la entrega y disposición de quien recibe en su casa a un amigo.


Ver también: